El post de hoy surge a partir de una petición que me ha hecho una lectora del blog, desde la comunidad que tenemos en Facebook. Me pedía literalmente una dedicatoria para un sinvergüenza que la maltrató y cuya persecución, continúa a día de hoy. Dicho individuo sigue esperando que llegue el perdón y de nuevo una reconciliación, un nuevo punto y aparte sin renunciar a su presa sin que nada haya cambiado, lejos de aceptar que hay líneas rojas que no se pueden traspasar, ni en la vida ni en una relación.

Te animo a que te mantengas fuerte, querida lectora, si cedes una vez más, no lo dudes, después de recuperarte llegará otra vez  la destrucción, la sumisión por tu parte y nuevamente se repite el ciclo… una y otra vez, hasta que consiga lo que quiere: un control total de tu persona y el poder total sobre ti. Así funciona el ciclo de la violencia en la pareja. 

Pero, como dijo el brillante Pablo Neruda:

«Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera.»

Después de pensarlo mucho he querido dedicarte este post y aceptar el uso de la palabra sinvergüenza, a pesar de que no permito las descalificaciones en mi sitio, en este caso, me parece que la palabra está bien empleada. Más que para descalificar, sirve para describir el comportamiento de una persona, en este sentido, considero haces buen uso del término y cuando llamas a las cosas por su nombre la claridad aumenta.

De hecho, si nos remitimos al diccionario es una palabra que se utiliza para describir a una persona que no posee vergüenza, es decir , cuyo ánimo no se turba «por alguna falta cometida, o por alguna acción deshonrosa y humillante, propia o ajena» (*).

Un sinvergüenza será aquel que es capaz de hacer sin remordimientos, aquello que otras personas concebimos como no tolerable, en este caso:  humillar, culpar y manipular a una persona e incluso golpear. Un ser humano no es un objeto al que llevar contigo o dejar tirado en función de nuestra conveniencia. Un sinvergüenza, a veces cuida, a veces no… porque no siente ni padece por la otra persona. No le preocupa, ni le interesa lo más mínimo si la dañará, la molestará y qué consecuencias va acarrear su conducta en los demás. Un sinvergüenza cosifica a las personas, es decir, les otorgan el valor de cosas. La RAE define al sinvergüenza como aquella persona «que comete actos ilegales en provecho propio, o que incurre en inmoralidades» (*) 

Es posible que conozcamos a más de un ejemplar de estas características, ¿verdad?. Hoy me gustaría lanzar este mensaje a es sinvergüenza y a todos:

Cuando alguien ya te ha detectado, cuando ya te ha dado oportunidades hasta la saciedad, y tú no has querido cambiar. Cuando sabes de sobra que tu proceder es, ante todo, dañino y llega el último NO…  ¡ya no más! Deja de molestar. Ya se ha acabado todo, acepta y cambia el rumbo. Haz una última cosa por “AMOR” déjala en paz, deja que se lama sus heridas y siga su camino…  La dominación y el control no es amor. Si el amor ya ha desaparecido, no volverá.

No creo que haga mucho caso a mi mensaje, pero espero que tú sí. Porqué tú no eres así y estás agotada de sufrir. Desde aquí mi enhorabuena para ti, y para todas las que tarde o temprano decís NO al dolor con la pareja… En los momentos difíciles, recuerda que los sinvergüenzas podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera. Y es que durante mucho tiempo te has alejado de ti, de tu sentir, de tus proyectos, amigos y casi no tienes un buen concepto de ti misma. Quizá dejaste de lado tu profesión para cuidar de él de la familia y el hogar formado, pero tu sigues ahí, tu esencia no se ha desvanecida, sólo está olvidada, tapada por todo lo negativo que has ido poniendo encima, pero ahí sigue, esperándote que vuelvas a por ella, a rescatarla.

Sálvate tú

Ojalá como digo unas líneas más arriba fueran personas que se finalizan relaciones, ojalá después del daño causado desaparecieran, pero por desgracia siguen ahí una vez que se ha puesto fin a la relación: una por que ya se han encargado de dejar vínculos, cosas pendientes para solucionar, recoger etc. u otra por que han formado vínculos a largo plazo como hijos, negocios, hipotecas… y esto ya no es tan fácil de romper.

El caso es que no quieren romper las relaciones, sobre todo las que para ellos han sido significativas y alargan y alargan la ruptura… todo lo que puedan y un poquito más. Mientras te están haciendo daño, siguen en tu mente, mientras sigas sintiendo por ellos aunque sea negativo, y ya conoces que no se les da muy bien hacer cosas positivas y sobre todo ,mantenerlas en el tiempo, ni asumir errores y mucho menos esforzarse por los demás. Y ellos lo saben, mientras te están molestando, mientras te intentan fastidiar, siguen en tu cabeza y en tu vida y ese es el objetivo principal: No desaparecer de tu vida, que no avances en nada para que la probabilidad de que los hagas desaparecer disminuya o desaparezca.

Con todo esto, mi intención es hacerte consciente de que la decisión y la responsabilidad es tuya, siempre. No esperes que haga lo que no quiere hacer… PERDERTE DEFINITIVAMENTE.

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